Tope al tarifazo: sigue siendo insuficiente para las PYMES

Los pequeños y medianos empresarios del país se están viendo sumamente afectados por la alta incidencia que está teniendo el ajuste tarifario en sus costos de producción. El impacto es tan alto, que aun implementando un tope de 500% en las subas, muchas empresas quedarían fuera de mercado y competencia y se verían obligadas a replantear su negocio.

El problema es sencillo: el comercio, la industria, los servicios, el agro, atraviesan una coyuntura muy delicada donde las ventas están cayendo a niveles insostenibles, con muchos empresarios analizando la posibilidad real de cierre o achicamiento.

En ese contexto, sólo hay margen para una suba gradual de tarifas, donde los precios se vayan sincerando en un período de mínimo dos años, que dé tiempo para que la economía y las empresas puedan ir recuperando su actividad. Pero a su vez, ese gradualismo debe definirse contemplando tres categorías: a) Pymes con baja incidencia de la luz y el gas en sus costos, b) Pymes con incidencia media, y c) Pymes con incidencia alta.

 

Para ejemplificar:

  • Para una empresa de uso intensivo de gas, donde ese recurso tiene una incidencia del 20% en sus costos de producción, un aumento de 500% en la tarifa le genera una suba de 100% en sus costos totales, dejándola fuera de competencia porque no tiene posibilidad ni de absorber ese incremento ni de trasladarlo a precios.
  • Hay muchos casos para graficar. Como el de una fábrica de cerámica de Chubut, que pasó de pagar $33.400 de gas en abril a $421.000 en mayo. Aun con un tope de 500% pagaría $200.300, que en un contexto donde sus pedidos de producción se frenaron, no tiene posibilidad de afrontar.
  • Peor es la situación para las empresas donde el gas representa un 30% de sus costos de producción, y un aumento del 500% le genera un ajuste de 150% en sus costos totales.
  • Y no son casos imaginarios. Es el caso de una pequeña empresa de La Pampa, que fabrica tanques para combustibles, tiene hornos prendidos 18 horas diarias y su factura de gas se multiplicó por 15 veces; o el de una Cristalería del partido de Lanús, que con sus hornos prendidos 12 horas diarias, se plantea directamente el cierre porque sus costos subirán 150%.
  • Situaciones de menor impacto pero igualmente preocupantes se dan en empresas donde el gas incide en 5 ó 10% de sus costos de producción: un aumento del 500% en gas le genera subas de entre 25 y 50% en sus costos. Es el caso de un hotel muy pequeño de la Patagonia, que pagaba $1500 mensuales de gas y recibió una boleta por $25.600 (1607% más). Incluso si le ponen un tope de 500% a esa suba, los $9.000 que deberá pagar le generan un aumento de 25% en sus costos totales de producción que no puede afrontar en este momento. De la misma forma, una fábrica de cajas plásticas del partido de Morón, en la provincia de Buenos Aires, en la que la energía eléctrica representaba el 7% de sus costos, un aumento del 500% conlleva que ese número ascienda al 35%.

Cuando se analiza caso por caso, queda en evidencia que no es posible aplicar un aumento lineal e indiscriminado para todas las empresas por igual sin tener en cuenta el impacto.

El gobierno debe analizar con criterio un ajuste de este tipo que pone en riesgo las fuentes de trabajo y el ingreso de muchas familias. Y para construir un esquema tarifario viable para el país y los usuarios, la única vía en la coyuntura actual es el gradualismo. De lo contrario, se llevará al quiebre de muchas empresas.

 

 Cuánto suben los costos de producción de la empresa con un aumento de 500% en el gas según la incidencia que tiene en los costos

 CUADRO TARIFAZO

 

FUENTE: Confederación Argentina de la Mediana Empresa – CAME